Centauro descamisado

Centauro descamisado
Daniel Santoro

viernes, 29 de septiembre de 2017

Enchastrados bajo las babas del perro de Pavlov. Avatares y desencuentros entre los encuestadores electorales y los electores.

POR: JJO para Mirada CRITICA


La realización virtuosa de la Sociología como disciplina de sus padres fundadores lejos estaba de terminar siendo solo una forma de recaudar datos como son las encuestas y sus representantes del marketing político audiovisual. Pensada como la ciencia que iba a servir para buscar la forma de hacer mejores las sociedades y tratar sus problemas, en su estado actual la disciplina se ve definida solo por una de sus herramientas. Como si el fin del carpintero seria andar dando martillazos por todos lados.

El método de las “encuestas” se da a conocer a finales de los 50 y 60 como “conductismo”. Los científicos sociales europeos que escapaban de la Alemania nazi se afincaban en las universidades nortamericanas y tomaban las experiencias del científico Iván Pavlov (1849-1936) que había descubierto que los perros reaccionaban segregando saliva ante la oferta de comida y emitiendo una señal sonora, luego con la sola llamada sonora el animal actuaba como si la comida estuviera. Eso en la psicología se denominó como la teoría del “reflejo condicionado”. Pero para esos científicos que desarrollaron los primeros departamentos de estudios sociales de las universidades yankis que buscaban un método científico con cierto control lógico que pudiera anticipar las tendencias irracionales y subjetivas que habían llevado al totalitarismo alemán. El nuevo método daba un marco de confiabilidad porque unía el estudio social con un método científico positivista de lógica causa-efecto heredado de las ciencias naturales, transformándolo en estimulo-respuesta, que permitía tener fotos y descripciones de la acción social sin tomar en cuenta análisis filosóficos, históricos, normativos o económicos. Los individuos “reaccionaban” a estímulos políticos y a cambios en su vida cotidiana.

Proyectado desde los institutos de estudios políticos de las universidades yanquis a todo el mundo, el método conductista se convirtió en “él” método de las Ciencias Política. Así una herramienta pensada para evitar el surgimiento de políticos irracionales de derecha se difundió para todo tipo de fines, desde qué partido ganaría las próximas elecciones presidenciales, hasta qué etiqueta de bebida gaseosa resultaba más llamativa apara los consumidores. Claro está que esta columna no es una revista de divulgación científica, pero vine bien repasar de donde vienen estas cosas. Los maestros en metodología dejaban abierto un margen de error, generalmente cercano al 4 y 5 por ciento de la muestra, porque si no el método dejaba de ser científico y se convertiría en mera adivinación, y lo que trataban de demostrar los conductistas era el alto grado de posibilidades y tendencias comprobables en la realidad.

Sin embargo, desde hace algún tiempo, tal vez con la necesidad de buscar la máxima velocidad y exactitud de respuesta que se instaló a partir de la masificación de las tecnologías de la computación, el internet y la robótica, escuchamos decir de desinformados comunicadores que “desde hace tiempo las encuestas fallan”. Se citan ejemplos donde todos los encuestadores del mundo son ridiculizados porque no pueden prever finales electorales dirimidos por mucho menos de cinco puntos. Estos opinólogos, más preocupados por la lógica del exitismo cual adivinadores del futuro, pierden de vista los contextos sobre los cuales se disputan las competencias electorales.

Muchas razones acuden a la hora de buscar las causas por las cuales las encuestas supuestamente yerran. Podríamos citar algunas: 1) Los candidatos son “dibujados” por diseñadores de campaña y esas imágenes cada vez se parecen más entre sí porque responden a modelos de preferencias mayoritarias de mercado. 2) Los discursos desideologizados y sensibleros ocupan el centro de las exposiciones argumentales. 3) Todo el mundo hace mediciones y evalúan reacciones al minuto, por lo tanto se arman escenarios y operaciones constantemente que pueden hacer variar las decisiones de una parte importante del electorado, sobre todo los llamados “indecisos”. Aunque ciertamente, a partir de estos cambios en la forma de encarar las campañas electorales gran parte de los electores están en la misma situación de indecisión y son permeables a cambiar el voto a último momento.

Entonces, finalmente no es que los encuestadores “fallen” sino que tal vez le pedimos demasiado a un método, discutible por cierto como cualquier otro. También deberíamos pensar, que como el éxito estará en la manipulación de los electores, vuelven a ser relevantes paradójicamente los argumentos “duros” ideológicos, económicos e históricos, porque aseguran el capital propio e intransferible de votos.

“Políticas de Estado”, en las PASO 2017: Entre el chancho importado y el gorila porteño.

POR: JJO para MIRADA CRITICA
https://mirada-critica.com/2017/09/04/politicas-de-estado-en-las-paso-2017-entre-el-chancho-importado-y-el-gorila-porteno/


Habitualmente escuchamos a los políticos de todas las calañas hablar de que “en la Argentina se necesitan políticas de Estado”. Generalmente cuando reclaman esa medida ponen cara de serios y circunspectos lanzan la frase como si dijeran una gran verdad o alguna cita bíblica. Fernando Iglesias, ex ARI hoy Cambiemos, es un gran productor de este género, lo que Arturo Jauretche denominó como “Zonceras Argentinas”. Otra más reciente es “necesitamos un pacto de la Moncloa”, (esta lo dejaremos para próximas entregas).

Como recién salimos de las PASO, creo que destrabar esto de las “Políticas de Estado” nos va a ayudar a comprender algunas cosas que se escapan de las campañas electorales y obviamente a la maraña informativa de los medios.

Resulta una herramienta invalorable ver el mapa interactivo que publicó el politólogo Andy Tow, en Página/12 del 16 de agosto, donde muestra los resultados electorales por circuitos y por municipios, y luego ver el mapa electoral nacional. Qué provincia y municipios ganó quién. Así podemos ver claramente como en la Capital Federal arrasó Lilita Carrió, seguido por un eterno segundo Daniel Filmus. Acá la novedad, fue que la ex dirigente del ARI, hoy Cambiemos, relegó a Martín Loustou a un lejano tercer puesto al cerrarle las puertas de las PASO dentro del partido que hasta ayer nomas lo llevó a ser embajador de Estados Unidos. Hasta ahí nada nuevo en la República Unitaria del Globo Amarillo o como llamaba a Buenos Aires el enorme David Viñas, “la Ciudad Oligárquica”.

La Provincia de Buenos Aires, profunda, popular extensísima mostró esta falta de políticas de Estado, y también puede incluirse en lo que Clarín y La Nación impusieron con el nombre de “la grieta”. Las dos cosas forman parte del país en disputa, del conflicto real e histórico del drama Nacional.

Primero hay que describir un poco el panorama. El gobierno y mucho del electorado de Cambiemos, pensaron que con las idas y venidas a Comodoro Py, las campañas sin descanso sobre la corrupción kirchnerista y la declaración unilateral del cambio de época que le decretaron los medios concentrados de comunicación, a Cristina le resultaría muy difícil ganar con amplio margen la provincia. Aunque, las encuestan no dejaron de darla ganadora a Cristina nunca, los cráneos electorales de Cambiemos se guardaban el ancho de espada de María Eugenia Vidal, que con un alto nivel de aceptación y pose de María Magdalena que sufre y sonríe indulgente al mismo tiempo, iban a acortar el margen que mostraban los números.

No se equivocaron. Cambiemos logró empardarle la elección a CFK, pero lo que podría haber pasado como una gran elección se convirtió en vergonzoso escándalo. Con el horario central televisivo y sin que se hayan abierto las urnas de los circuitos más poblados, se vieron ganadores y salieron a festejar entre globos y bailecito. Luego, cuando los votos del conurbano comenzaron a castigar con fuerza decidieron parar el conteo, que recién el miércoles pasado, ¡17 días después! en el recuento definitivo, el gobierno reconoció como ganadora a Cristina, pero sin aun publicarlo en la página oficial de Elecciones Legislativas 2017 (resultados.gob.ar), que tiene la última actualización de datos a las 06:55 del 14 de agosto. Una verdadera vergüenza.

En estas circunstancias CFK ganó, por un escaso margen, pero que a la luz de los acontecimientos sucedidos, todos los molinos de vientos que se le interpusieron, el triunfo se reviste de una épica quijotesca que la fortalece y la convierte en la principal referente del peronismo bonaerense. Una beligerante pieza infaltable para componer el próximo armado electoral del peronismo que suma una gran porción de gobernadores y los intendentes de los municipios más poblados de la Nación. Nada mal para una señora con síndrome de hubris, como dijera Nelson Castro, y por la cual sufren de solo verla libre mucha gente, que antes que escucharla, prefieren cerrar la puerta y odiarla en silencio o a los gritos.

Volviendo al mapa electoral, se ve claramente como en el Gran Buenos Aires urbano ganó claramente Unidad Ciudadana, haciendo una buena elección incluso en Partidos gobernados por el oficialismo, como es el caso de Quilmes y Pilar, y donde Cambiemos logró retener pero con una diferencia mínima como Morón, Ituzaingó, San Miguel, San Fernando y San Martín. Allí caló profundo el discurso y las ideas de los armadores de la campaña de CFK de mostrar las consecuencias del ajuste, el alto costo de las tarifas de servicios, los alimentos, el transporte, los alquileres y de la complicada situación económica que sacude a todo el sector del trabajo industrial castigado por la oleada de importaciones.

El resto de la provincia es un baldazo de pintura amarilla, sacando dos o tres Partidos, el resto es todo Cambiemos. Aunque la Provincia esté inundada y el consumo baje, los lecheros se van reconvirtiendo en carniceros, lamentablemente, porque a la larga al haber menos terneros habrá menos novillos generando un cuello de botella.

Por otro lado, los que en un momento dudaron cuando la soja bajó, ya volvieron a la carga a sembrar acompañados de un repunte del precio y porque el dólar Cambiemos resulta más competitivo. Este es otro chupetín que generará hambre mañana, porque se venden dólares mientras nos endeudamos externamente y luego se sale a frenar el alza con reservas. Pero, el globo se sigue inflando y eso en el campo y en los pueblos trae en lo inmediato resultados contantes y sonantes, al taca-taca, como dicen cuando les gusta pavonearse a algunos endulzados productores y consignatarios.

Otra de las razones del amarillismo por el que está pasando la Provincia, además obviamente que la gestión de Scioli no fue muy provechosa para la gente del campo, siempre muy pragmática a la hora de evaluar una gestión gubernamental Se fijan más en los kilómetros de asfalto de las rutas por donde saldrán las vacas y los granos que en el color de la camiseta, es que los radicales históricamente fuertes en la provincia cambiaron rápidamente la boina blanca por el bailecito y los globos. Acostumbrados al mundo de las internas partidarias, vivieron con naturalidad el cambio de camiseta, como parte de una nueva jugada electoral de la UCR. Como en el peronismo, la diáspora es también visible, hay radicales como Moreau y Santoro con Cristina, una lista enorme con Macri, con Massa está Stolbizer quien le aportó un sesgo progresista y lo desperonizó un poco también, tal vez eso que el ex intendente de Tigre pensó que le ayudaría a sacarle votos a Cambiemos le jugó al revés y se le fueron votos y dirigentes con Vidal. Incluso no es descabellado pensar que en un futuro no muy lejano Vidal, Massa, y en menor medida Randazzo, jueguen en un mismo equipo pero ya no con la camiseta amarilla sino con alguna nueva.

Veremos como sigue la gestión de Macri y si logra captar adhesión más allá del amor que le profesa Duran Barba y Mirtha Legrand cuando ve que CFK se adelanta en las encuestas.

Entonces volviendo al tema que abrimos al principio, vemos que hay dos provincias. Podríamos agrandar el lío, decir que hay dos países también, que si de “grieta” se habla, esta ya había comenzado en tiempos de Unitarios y Federales que discutían por algo más importante que de qué color usaban los lazos de los sombreros, y era por la subsistencia de las economías regionales frente a las ganancias que dejaban los impuestos de la aduana por el ingreso de las mercancías importadas al puerto de Buenos aires. Desde ahí tenemos la grieta que se cierra y abre con cada gobierno.

Pero mejor recortemos un poco, sabido es que el que mucho abarca poco aprieta. Tenemos una Provincia con una enorme concentración poblacional urbana con fuerte presencia del trabajo fabril industrial y una zona rural enorme con poca densidad de habitantes. Lo que está en una, no está en la otra. ¿Una grieta separa estas dos partes de una misma provincia?

No necesariamente, se complementan, se deberían complementar. Es cierto que la industria Nacional es mercado internista, sustituye importaciones a valores caros a nivel internacional de los productos, pero brinda trabajo a miles de argentinos, nos da solidez como Nación alejando vulnerabilidades del mercado internacional al hacer al país menos dependiente. La crisis internacional del 2008 sin un mercado interno como el que se logró reactivar post caída del 1 a 1, no hubiera pasado tan inadvertido como pareció. El campo aporta una gran parte de las divisas provenientes de las exportaciones, aporta tecnología de punta y genera un movimiento de capitales a nivel país que convierten a la actividad en el centro histórico, económico y político de toda discusión Nacional. Sin embargo, sin la participación del Estado el sector agro-ganadero no se hubiera sostenido en periodos históricos de caída, y sin la intervención que lo regule, tendríamos una economía de enclave exportadora de materias primas a granel con poco valor agregado y con solo un pequeño sector enriquecido por las exportaciones.

Estas dos visiones que están contrapuestas aquí, tal vez un poco sintetizadas, es el nudo no solo de la lucha de clases en Argentina sino también su drama simbólico de toda la representación Nacional.

El campo siente ser la Nación encarnada, cuando en realidad los grandes ganadores de ese sector viven en la Ciudad de Buenos Aires y están más pendientes de lo que pasa en Estados Unidos y Europa (por lo menos en esos Mercados de Valores), que del día a día de cualquier pueblo de la provincia, aunque cada tanto donen una ambulancia para descargar culpas y quedar bien con los vecinos.Es cierto que la copa del campo derrama en los pueblos, pero cuando eso pasa, los grandes poseedores de la tierra, acopiadores e intermediarios, ya se tomaron varias botellas en otros restaurantes de afuera.

Algo parecido sucede con las grandes industrias nacionales transnacionalizadas que se benefician de las rebajas en los impuestos y del endeudamiento externo que ha sido absorbido por el Estado, Cavallo en los 80 y Macri con el Correo, pero también están las Pequeñas y Medianas Industrias (PyMes) que dan trabajo y dinamizan la economía del consumo popular. Sin ellas, ya sabemos que el país resulta inviable, no porque los grandes detentores del capital y líderes de la producción agraria e industrial dejen de ganar, sino porque se hace imposible mantener el sistema económico y político, democracia y capitalismo, un difícil y delicado equilibrio. Diciembre de 2001 debería ser una lección no solo para la clase política sino también para los empresarios, que siempre se esconden tras bambalinas y gozan de impunidad social pasando inadvertidos.

Entonces, una “Política de Estado” necesaria, real, seria y verdadera, como las dos que hoy tenemos: el consenso de resolver los conflictos políticos dentro de la democracia y el reclamo de la soberanía sobre las Islas Malvinas, Sándwich, Geogias del Sur y el Territorio Antártico Argentino, sería tener una política industrial y de desarrollo protegida constitucionalmente por el Estado para que sea viable. Sin duda la búsqueda del desarrollo nacional, autónomo, regional y continental, combinando las fortalezas de los recursos naturales y agro-ganaderos con la industria, buscando descentralizar los centros urbanos industriales, acercándolos a la producción rural e iniciar una democratización en la posesión de la tierra, representan a la luz de la experiencia la razón de existencia misma de la Nación de cara a este siglo XXI. Claro que para que esto suceda es necesario decirle no a los intermediarios rurales y urbanos, a los supermercadistas, a los importadores de cosas que nosotros hacemos como cerdo de Estados Unidos, gas de Chile, mermelada de Bélgica, telas de China etc. etc. Si eso sucede algún día, veríamos que la grieta comenzaría a cerrase, o por lo menos, no abría tanta desigualdad social, que es lo que realmente importa. Solo basta con ver el mapa de nuestra Provincia y hacerse las preguntas correctas. Aquí solo ensayamos algunas respuestas, otras esperan por usted.



Con el agua al cuello

POR: JJO para MIRADA CRITICA
https://mirada-critica.com/2017/07/29/con-el-agua-al-cuello/


La semana se cierra con varias noticias con final anunciado.

Por un lado, la derrota de la operación parlamentaria Macri-massista para sacarle los fueros a Julio De Vido.

Y luego, la declaración de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que dictó una resolución a través de la cual le recomienda al gobierno argentino adoptar “medidas alternativas” para la prisión preventiva que cumple la militante Milagro Sala. Entre esas medidas, sugirió “el arresto domiciliario“, o bien que la líder de la Tupac Amaru “pueda enfrentar los procesos en libertad con medidas como la fiscalización electrónica“.

Dos golpes, que aunque no logran mover el amperímetro de las encuestas de cara a las elecciones del 13 de agosto, le cortan el chorro a una cantidad de expectativas mediáticas del Ejecutivo, que fluían hacia la posibilidad de ver confirmado en la practica el discurso moralista y acusatorio con la década kirchnerista, presentada por Cambiemos como una banda caída del cielo que se apoderó del Estado y de sus cuentas bancarias.

Por otro lado, el dólar perforó el techo de 18 pesos antes de lo esperado y no amaina amenazando inundar el pinchado bote de la credibilidad e infalibilidad del “equipo” económico y del contradictorio e inentendible plan económico.

En tanto Macri, viendo que el agua sigue corriendo para el molino de Cristina en el Gran Buenos Aires, dándole ganadora en todas las encuestas, pone las velas rumbo al interior de la provincia para pescar votos sojeros.

Votantes del campo, más apaciguados por un repunte del grano y por el changuí que les ofrece un dólar alto.

Claro está, que en esta travesía el mascarón de proa del PRO es María Eugenia Vidal. Ella encara, con sonrisa galvanizada y ojos lacrimógenos de postal navideña, abre caminos donde no llega Macri y menos Esteban Bullrich, ambos rígidos exponentes de la clase alta porteña carecen de ese costado sensiblero, haciendo la empresa más dura que la del capitán Ahab de Moby Dick.

En estas aguas turbulentas, donde los pronósticos y los índices de los economistas se clavan como arpones en la paciencia de los descreídos televidentes que ven como la realidad del desempleo, la inflación y la pobreza aumentan, la enorme y pesada CGT realiza una de las declaraciones más fuertes desde hace mucho tiempo, convocando a una aparente tibia e inocente movilización para el 22 de Agosto.

Sin embargo, en el marco de la cercanía con las PASO, y en el clima de descontento que existe con el gobierno de Macri en todo el sector del trabajo, con dirigencias intermedias que crecieron viendo los desastres de los 90 y bases jóvenes entusiasmadas con la militancia sindical, la medida toma relevancia y se agrega a un proceso ascendente de acción en los sindicatos.

Este podría ser el resumen de la acuática realidad nacional, donde a muchos el agua nos está llegando al cuello, y vaya aquí entonces, nuestro homenaje sincero a los verdaderos y sacrificados productores del campo argentino, los productores lecheros, que ven con dolor como su producción se pierde por las inundaciones y por el acopio de un voraz monopolio que impone un precio imposible para millones de familias que no pueden brindar ese alimento básico a sus niños y ancianos.


Sin embargo, no es toda la realidad. La vice presidenta Gabriela Michetti, en gira por Europa, se animó a parlare italiano en el pueblo de sus antepasados y ciertamente que lo hizo mejor que en muchas de sus declaraciones desafortunadas y xenófobas. Como cuándo se refiere a “los pobres y a la gente normal”, cuando aconseja a los pobres no gastar en televisores, camisas y leche para comprase una casa, o realiza análisis políticos como el retorno al sistema con 6 años de mandato presidencial como era antes del la Reforma Constitucional de 1994.

Michetti, tal vez con cierta inocencia o ignorancia planteó que habría que saltar las elecciones legislativas “de medio término”, dijo, “en algunos países de América Latina, que necesitaban generar cambios estructurales y se daban cuenta de que la competencia destructiva que tenemos en los años electorales les terminaba rompiendo lo poco que iban avanzando, decidieron por un tiempo hacer 4 años sin elección intermedia” (Perfil 18-03-2017).

Como opinión descolgada, el tema es demasiado serio como para pasar inadvertido. Sabido es que Macri quiere hacer una gran reforma política pero que con las dificultades que ello implica, apoyo parlamentario de los gobernadores en el Senado, y con todos los temas que lo inquietan como una reforma en el sistema jubilatorio (volver al sistema de reparto de las AFJP), reforma laboral (flexibilización y suspensión de indemnizaciones), reforma sindical (sacarle el control de las obras sociales a los gremios y cambios en las ART), no es de descartar que algunos funcionarios del gobierno estén soñando con una salida más audaz como una reforma constitucional.

En 2016, el gobierno anunció la reforma política que incluía el voto electrónico como punto central. Si bien la Boleta Única Electrónica (BUE) fue rechazada en la cámara de senadores, se llegó a hablar incluso de la existencia de miles de máquinas que se habían comprado antes que fuera promulgada la ley.

También por ese tiempo se comenzó hablar de la división del Partido de la Matanza. Eso movilizó a la intendenta del FPV, Verónica Magario, logrando encolumnar a todo el peronismo en esa defensa, y a los vecinos, que vieron en su representante una corajuda defensora del pago chico. Al poco tiempo Magario se convertía en una de las dirigentes más importantes de Cristina.

El periodo presidencial de 4 años que se estableció en la Reforma del 94, luego del Pacto de Olivos entre Menem y Alfonsín, tenía como objeto acortar el periodo para permitir la reelección en solo dos mandatos consecutivos, eliminar el Colegio Electoral haciendo la elección directa del presidente y establecer el sistema de balotaje, (donde el candidato más votado debe obtener al menos el 45% de los votos, o más del 40% con una diferencia de diez puntos porcentuales con el segundo candidato más votado.

Si eso no sucede se debe realizar una segunda vuelta o balotaje, entre los dos candidatos más votados, resultando elegido presidente el más votado de los dos), que antes no existían, copiaba así al sistema electoral norteamericano. Las PASO vinieron a completar la idea, similar a las “primarias” yanquis.

La elección de 4 años permite hacer controles de gestión a la ciudadanía cada dos años. Si los ciudadanos están conformes con el Ejecutivo, hay luz verde para la administración y podrá sumar legisladores que lo respalden, de lo contrario se fortalecerá la oposición. Al cabo de esos cuatro años se vuelve a plebiscitar la actuación del presidente y nuevamente la elección de sus representantes está en manos de todos los ciudadanos habilitados por la Constitución para votar.

Sin ninguna duda, a nivel institucional y político, la Reforma del 94 tal vez sea una de las mejores cosas que nos quedó de aquella década. La Democracia y las mayorías parlamentarias no son un juego ni un antojo, todo político prudente y con convicciones se maneja en estos temas con suma cautela, sabe bien que ahí está representado el Pueblo de la Nación, que lo está mirando.

Pasar las PASO. Las desventuras de un depreciado rudimento electoral

POR: JJO para MIRADA CRITICA


Cuando uno se pone a escribir una columna de opinión y análisis como esta, que va a leerse el sábado a la mañana, entre mates y medialunas, con cierta parsimonia, buscando tal vez, algo nuevo, o por lo menos, que aporte un poco de reflexión a los miles de temas que se apretujan en las pantallas de televisión, entintan los diarios y enronquecen a los locutores radiales, le corre cierta preocupación.

Se pregunta ¿No estaré repitiendo a los de la charla del quincho, al inefable Jorge Asís o a la pluma estrella de La Nación, Carlos Pagni? ¿Habrá alguien que dirá que le estamos robando ideas o temas? Cosa muy temida y conocida, tanto en el periodismo como en el mundo académico.

Entonces, caben dos caminos: matarse leyendo todo lo que escriben todos los opinólogos durante la semana, para no copiarlos; o dejarse llevar a los impulsos naturales del ocio y escribir libremente. Como siempre, optamos por lo segundo, abandonarnos a una relativa impunidad que protege a este género periodístico.

Nos podríamos excusar también diciendo que nuestras observaciones provienen más del mundo académico que del de la información, y no estaríamos mintiendo.

Sin embargo, no hay una gran diferencia en lo que se está discutiendo hoy en los claustros universitarios y lo que se debate en la política nacional.

En realidad, aunque muchos académicos no quieran admitir y muchos comunicólogos se hagan los distraídos, para sostener roles diferenciados o para proteger el ranchito, lo cierto es que la cátedra siempre estuvo cerca del comité partidario y el comité de la imprenta.

Desde el gobierno de Yrigoyen y la Reforma Universitaria de 1918, la universidad y la política, se retroalimentan. En la historia argentina, una siempre fue la contrapartida de otra.

Tal es el caso de la PASO (Primarias Abiertas Simultaneas y Obligatorias) un proyecto ideado y rumiado en la carrera de Ciencia Política de la UBA. El producto final de la sumatoria de muchos años de estudio y cotejo comparado de conceptos y teorías europeas y norteamericanas, de las cuales, el profesor y Senador randazzista, Juan Manuel Abal Medina, ha sido un gran impulsor.

Abal Medina es conocido entre los estudiantes de esa carrera como “el politólogo radical que milita en el peronismo”, por sus lazos políticos y académicos con los “maestros politólogos” del radicalismo universitario”.

Así, las PASO, son el producto conformado por un sustrato básico de pensamiento formado en miles de horas cátedra, persistentes adhesiones a un determinado paradigma científico, y perdurables relaciones de poder que finalmente terminaron coagulando en una Ley.

Se sabe que la presencia de la UCR y Franja Morada, desde tiempos alfonsinistas, siempre ha sido una constante en la Universidad. Incluso, en tiempos del kirchnerismo, cuando todo lo que se movía y militaba se le ponía el poncho de La Cámpora, la hegemonía en los claustros de graduados y profesores no tuvo muchas modificaciones, siendo controlados siempre por el radicalismo.

Las PASO, creadas en el gobierno de Cristina con la asesoría de Abal Medina como parte de una reforma destinada a “transparentar y democratizar”, copian e importan para la Argentina el modelo norteamericano de elecciones primarias, con la diferencia de que aquí serán obligatorias en vez de optativas y en simultaneidad.

En general, fue recibida como algo positivo por todo el arco político que hoy, contradictoriamente, se muestra en oposición o la desdeña como herramienta política en la práctica.

Algunas críticas actuales, que provienen del sector de las ONG y de los partidos políticos, resultan un tanto ingenuas, como Change.org, que le acercó una carta a Macri con firmas para derogar las PASO, cuando éste fue uno de los que más se han beneficiado con esta reforma electoral, sostienen que “Los K hicieron esto (las PASO) para saber, como una encuesta, cuánto medían los candidatos, para después volcar todo el aparato del Estado en favor de ese postulante”. ( LA NACION miércoles 28 de junio de 2017).

A la luz de los acontecimientos, se ve claramente que esta crítica no tiene donde apoyarse, ya que tanto en la Provincia de Buenos Aires, como a nivel Nacional, ganó la coalición opositora y no el oficialismo en el 2015.
Otra crítica, naif, apunta al gasto en los procesos electorales, señalando las PASO como algo innecesario y caro, $2800 millones es lo que costarán los comicios del domingo 13 de agosto. La realidad es que cada vez son más los partidos que tratan de evitar las primarias porque los suman en situaciones complejas e incontrolables. Pasarlas rápidamente parece el signo común en este gélido invierno de 2017.



Las PASO (II). ¿Un caso de Mala Praxis Politológica?

El radicalismo compró rápidamente las PASO porque era parte de su formación política. La UCR es un partido con una larga tradición en la conformación de coaliciones electorales y con mucha experiencia en “internas”, que establecen un juego permanente de jerarquías y distribución del poder partidario regional y nacional.

Abal Medina siempre supo el peligro que corría y ahí quiso llevar al peronismo, para ese lado. Conocía la debilidad orgánica que persiste en el peronismo, donde la conducción partidaria se establece por el doble juego de complejos balances de poder entre el liderazgo personal del conductor y la profunda adhesión territorial, pero aún así salió a probar el modelito.

¿Cuando el equipo de Abal Medina pensó este sistema, evaluó cuáles serían las circunstancias de su aplicación en la provincia de Buenos Aires? ¿Cómo iba a impactar en los actores políticos y en la cultura política del distrito mas grande del país?

El radicalismo velozmente se percató que podían volver y recuperar la Provincia de Buenos Aires. En cambio, para el peronismo no iba ser tan fácil la adaptación. Un modelo que responde a ciertas prácticas, modos pautados y recurrentes de pensar, sentir y actuar, se dice en sociología para principiantes.

Lo sabemos, sus prácticas son distintas y sus actores también. Procesan de diferente forma sus conflictos y la democracia interna no funciona del mismo modo. Al radicalismo, más afín a las normas internas y a ciertos consensos básicos compartidos en cuanto a lo económico, la división de poderes y la democracia como legado centenario, no le cuesta tanto saldar las diferencias internas.

En tanto, para el peronismo, más pasional, ecléctico, diverso, movedizo, conflictivo y popular, la unidad y el conflicto van de la mano, tanto para existir como fuerza política, como para seleccionar candidatos, como para gobernar. Tal vez ahí radique su capacidad y fuerza, en sus múltiples formas de corporizarse, uniendo sobre sí las expresiones Estado, Nación y clase trabajadora.

¿No recordó?, cuando Bordón ganó las internas abiertas de un prometedor Frente Grande a mediados de los 90, con los votos menemistas, que veían con cierto pavor el crecimiento acelerado de la figura de un tercer partido beligerante, y una figura como Chacho Álvarez, que aún cargaba las épicas de los años 70 y del “Grupo de los 8” diputados disidentes al neoliberalismo peronista riojano, ¿no vio el riesgo que significa que te copen la elección desde afuera?

La respuesta a esta preocupación se observa bien, tanto en la clausura que Cristina realiza en no darle espacio de competencia a Randazzo, como en el caso de Loustou en Capital, que va por fuera de Cambiemos, tras ser negado el derecho de admisión y permanencia por Larreta y Carrió.

¿Tampoco le importó o no pensó en el fraccionamiento de poder que sobrevendría en la provincia de Buenos Aires? y lo peligroso que se podía poner una interna con presencia real de las masas populares argentinas, de carne y hueso, y no prolijos e idealizados electores ingleses o franceses?

¿Que creían “las mentes brillantes” de la Ciencia Política de la UBA? ¿que después de una interna peronista, ganadores y perdedores se iban a dar la mano como después de un partido de tenis?

La suma de los votos de Aníbal Fernández y Fernando Espinoza era mayor que la de Vidal. Sin embargo, en las generales ello no se expresó. Porque, como sabemos, para un dirigente barrial, donde su fuerza territorial es la diferencia entre existir y no existir, expuesto ya como perdedor de una interna, le es mejor ir a vender su aparato al partido de enfrente que entregárselo a quién le puede robar su presencia y poder local. Sabe que si gana su rival interno solo lo espera el cadalso.

Como ya dijimos, estas diferencias, no se saldan tan rápido como un game de tenis, quedan heridos y óbitos, injusticias y reparaciones, pendientes. Veamos sino, como después de todo el odio y las traiciones que se propinaron los candidatos del peronismo entre sí, lo extremadamente difícil que es componer la vida partidaria, y volver con una sonrisa de cámara televisiva a juntar, bajo una misma bandera y un mismo techo, a los personajes de este drama reciente que lleva los nombres inscriptos de Cristina Fernández, Florencio Randazzo, Aníbal Fernández, Felipe Solá, Alberto Fernández, pero que suma también al sindicalismo y a los gobernadores que, hasta ayer, perjuraron lealtad, pero a fuerza de necesitar dinero para pagar sueldos y poner a funcionar sus provincias, tejen cercanías con el Poder Ejecutivo Nacional, nunca jamás tan centralista y unitario.

Las PASO, no frenó la crisis de los partidos políticos, sino que la acentuó, fraccionando su poder orgánico. Acrecentó la personalización y el carisma en una relación más parecida a la industria del entretenimiento que a la vida partidaria.

Alentó la conformación de alianzas y coaliciones coyunturales pasajeras, cada vez más carentes de sentido ideológico e histórico, controladas sólo por las intenciones recolectadas en las encuestas, reducidos grupos de opinión y “focus groups”, y tampoco, finalmente, redujo la oferta de electoral, sino que la descoyuntó en un montón de piezas similares a un rompecabezas.

Tal vez, en estas horas, Abal Medina esté caminando de un lado a otro del living familiar pensando que ¡No es fácil componer el peronismo! ¡sólo con capital intelectual, una banca prestada y buenas intenciones, no alcanza! La historia deshizo, patéticamente, ya mil veces la tesis sarmientina que “las contradicciones se vencen de tanto contradecirlas”.

Fueros con PepsiCO. Un trago amargo.

Por: JJO PARA MIRADA CRITICA
https://mirada-critica.com/2017/07/15/fueros-con-pepsico-un-trago-amargo/


Durante esta semana dos temas sacudieron el entreverado y cada vez más concentrado ramaje de los medios de comunicación nacionales. Sujetos a componer tramas y operaciones en tiempo de descuento electoral,la discusión sobre los “fueros” parlamentarios y el conflicto laboral en la planta de PepsiCo en el partido de Vicente López, dejan entrever la táctica que encaró el gobierno de Mauricio Macri desde que asumió al Ejecutivo.

El gobierno con el aporte del poderoso Grupo Clarín y La Nación le disputaron, y tal vez en primera fase, le ganaron la batalla cultural al kirchnerismo al instalar con éxito la percepción de un estado de corrupción generalizado, la idea de la “pesada herencia” y que el gobierno saliente era un “banda” que habría asaltado el Estado.

Un discurso que podemos llamar “moralista” (algo similar hizo la anterior Alianza de Fernando de la Rúa y Graciela Fernández Meijide). Al mismo tiempo, al desoír reclamos salariales y laborales, echando responsabilidades al pasado, dibuja un presente “optimista” (algo parecido también a aquel “estamos mal pero vamos bien” de Menem).

Lo cierto es que la situación de extrema vulnerabilidad en que se encuentra el sector del trabajo, y en particular el sector industrial, tanto por el peligro de los despidos, como por la caída en la producción industrial, el aumento exponencial de los servicios energéticos (nafta, luz y gas), el riesgo de quiebra ante la invasión de productos importados, ya dejan de ser un tema solo que alerte a las centrales sindicales y patronales, viéndose reclamos por trabajadores autogestionados, comerciantes y consumidores que alzan su voz, con mayor o menor éxito de ser replicadas por los medios de comunicación, pero que esperan su turno para volcar esas inquietudes en las urnas.

El discurso moralista y optimista se convirtió en la principal herramienta del gobierno para encarar todas las situaciones actuales y por venir, tanto en la gestión de gobierno como para la campaña misma. Pero, si bien logra impactar en los medios por sus imágenes truculentas, que sacan de quicio a cualquiera, y en algunos sectores llegan a crear verdadera histeria, con los bolsos que vuelan y supuestas millonarias bóvedas en los jardines de los funcionarios kirchneristas, al final de la cuenta, ya se percibe que nunca aparecen esos tesoros escondidos dignos de Alí Babá, y que cuando uno recorre el espinel de socios y amistades de esos funcionarios cuestionados se encuentran enganchados más de un amigo o familiar del presidente.

Las denuncias sobre corrupción a De Vido se mueven sobre los terrenos de la simulación y la sobre actuación. Cualquiera que haya revisado alguna vez el texto de la Constitución Nacional sobre los “Fueros Parlamentarios” sabrá que se crearon para garantizar al representante de la voluntad popular su libertad de expresión y protegerlo de las arbitrariedades del Poder Ejecutivo, y hoy también podríamos decir, de los poderes de la corporaciones económicas nacionales e internacionales.

La Constitución, que se refiere a la igualdad ante la Ley en el artículo 16,

“… no admite prerrogativas de sangre ni de nacimiento y no hay en ella fueros personales o títulos de nobleza, todos los habitantes son iguales ante la ley”

no excluye a los legisladores. Si bien poseen el privilegio de no ser privados de la libertad ni restringidos de su labor legislativa, porque gozan de esa garantía que los pone en una situación especial y diferentes en cuanto son representantes del pueblo, el artículo 69 dice que pueden ser arrestados si son sorprendido in fraganti en la ejecución de algún crimen,

“Ningún senador o diputado, desde el día de su elección hasta el de su cese, puede ser arrestado; excepto el caso de ser sorprendido in fraganti en la ejecución de algún crimen que merezca pena de muerte, infamante u otra aflictiva; de lo que se dará cuenta a la Cámara respectiva con la información sumaria del hecho.”

Y en el Artículo 70, especifica que en el caso de presentarse querella ante la Justicia contra un legislador, el voto de los dos tercios de su cámara puede retirarle los fueros y ponerlo a disposición de la Justicia -desafuero-.

“Cuando se forme querella por escrito ante las justicias ordinarias contra cualquier senador o diputado, examinado el mérito del sumario en juicio público, podrá cada Cámara, con dos tercios de votos, suspender en sus funciones al acusado, y ponerlo a disposición del juez competente para su juzgamiento.”.

Todo político de carrera o recién llegado, por más que jure y perjure abandonar, donar, regalar o rifar sus fueros parlamentarios, como declararon en estos días, Sergio Massa, Margarita Stolbizer, de la coalición 1País, y el jefe del bloque de diputados del PRO, Nicolás Massot, sabe perfectamente que se trata más de una pantomima circense que de un argumento con sustento político y normativo.

Primero porque es una garantía Constitucional y para cambiar esos artículos se necesitaría reformar la Constitución con mayorías especiales que convoquen a una Asamblea Constituyente como la de 1994, segundo nadie cuenta con ese poder en las Cámaras y tercero sería una forma de eliminar los principios de la República, representación popular y división de poderes.

Por todo esto, que en la provincia de Buenos Aires, solo una encuesta haya puesto a Cambiemos como ganador, y el resto sean lideradas por Cristina Fernández de Kirchner con un promedio que no baja de 30% de los votos, da la pauta que el bote hace agua, que aunque la música suene bien pareciera que la orquesta que la está ejecutando son los músicos del Titanic, porque el discurso oficial no tiene contrapartida con la realidad y porque en estas horas, cuando la enorme y lenta CGT anuncia una movilización para el 22 de agosto, todo parece convertirse en un cóctel con sabor amargo que ni las endulzadas páginas de los multimedios logran cambiar.