Centauro descamisado

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Daniel Santoro

domingo, 27 de diciembre de 2009

¡Grande Huergo!

*Diciembre 2009


En 1913 el Ingeniero Luis A. Huergo escribe un conocido memorándum que tiene gran repercusión. Allí Huergo denuncia públicamente la situación petrolífera en el país y los negociados con intereses extranjeros en detrimento de la riqueza y el desarrollo independiente de la Nación. Escribe el ingeniero: “Los poderes públicos, con una lentitud increíble y una mezquindad inconcebible, han tardado seis años en poner en claro y en hacer conocer al pueblo las inmensas riquezas que representan los grandes yacimientos de petróleo en Comodoro Rivadavia .” Luego señala la conspiración y la entrega de sectores aliados a las empresas imperialistas de hidrocarburos, dice Huergo: “Entre tanto han llegado los fulanos de descubierta, los “sydicating operators” que han acaparado la tierra de promisión (más de 80.000 hectáreas en un solo sindicato), que han reclutado una falange de prosélitos, pocos de ellos conscientes y la inmensa mayoría inconscientes, haciendo accionistas a ministros, legisladores, abogados, cagatintas de Sarmiento, jefes de divisiones y secciones administrativas, miembros de redacción de periódicos, directores de imprentas del Estado, jefes de la armada y del ejército, ministros de la religión, etc, “. Muchos eran lo que estaban en la rosca y la tranza, contaba con hartazgo y asqueado, Huergo.
“Los preliminares de la conquista –continúa Huergo- son los ya empleados en otras partes y actualmente en México; la creación de hombres científicos de insignificancia reconocida a falta de partido científico; la prédica incesante e insensata para formar atmósfera del descrédito del Poder Ejecutivo y de las finanzas de la Nación; la negación audaz, desvergonzada e insistente hasta la imbecilidad, de que se hayan realizado en Comodoro Rivadavia trabajos suficientes durante los dos años de la presente administración para demostrar que al fin podrá disponer no solo de un combustible propio y aceptable, sino del mejor conocido hasta hoy ; la prédica, repetición de aquella teoría de los tontos de voz ahuecada y sesos carent, de que las cosas y propiedades de mayor valor de la Nación deben entregarse a manos mercenarias porque los gobiernos son malos administradores; teoría desmentida por el mundo.” Huergo deberá comparecer ante el Parlamento y la Cámara de Diputados creó una comisión investigadora y tuvo que dar explicaciones al presidente del Centro Naval del cual era miembro honorario.
Se hace difícil igualar tanto patriotismo y valentía. ¡Y en 1913! Ya escupía hacía el futuro contra los argumentos de vendepatrias como los Alsogaray o el “sesos carent”, como lo hubiese llamado Huergo al sátrapa de Anillaco.

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